sábado, 20 de agosto de 2011

EL PODER


 LA HUMANIDAD Y LA PUGNACIDAD POR EL PODER

Generalmente todo ser humano busca la manera de lograr poder, al parecer porque es una ley natural, una de las característica de la evolución antrópica. En principio esta necesidad es lo que ha justificado las guerras entre seres humanos, unos débiles y otros hábiles, es decir, desiguales. En el fondo la desigualdad se basa o funda en las relaciones de poder. En los tiempos en que los humanos vivían en un estado primitivo, el poder se ejercía por la fuerza de los más aptos sobre los menos favorecidos por la naturaleza. Así tenemos que la lucha entre los fuertes y los débiles hizo que se desarrollara la inteligencia, debido a que había que sobrevivir, y por ello surgieron una serie de utensilios como herramientas para la defensa ante las inclemencias de la naturaleza. Los homínidos utilizaron huesos de restos de animales como armas de combate, gracias a la habilidad de utilizar un instrumento más efectivo que una patada o un desgarro. A estos huesos se le fueron añadiendo puntas filosas amarradas, luego buscaron la manera de de lanzarlas a larga distancia y lograron inventar el arco y la flecha. Hoy en día se suelen lanzar artefactos nucleares desde un avión caza o desde una base militar mediante una lanzadera de misiles.

La dialéctica que ha tenido la humanidad desde que el ser humano comprendió la forma de controlar y dominar a sus semejantes, para transformarlo en una persona útil y fiel a su forma de actuar, da inicio al surgimiento de grupos con primitivas formas de organización; tales como los clanes, las tribus, los cantones, las comunas, las aldeas, las comarcas, entre otras, que paulatinamente dieron lugar a cambios de estructuras sociales. Las sociedades pasaron de un modo de vida nómada a otro, que conocemos comúnmente como sedentario. A lo largo del tiempo surgieron desarrollos urbanos en la medida en que se expandía demográficamente la población. Para ser posible el crecimiento sostenido y organizado de las poblaciones, fue obligatorio demarcar o delimitar los territorios, adoptar una creencia idealizada común, un código comunicacional o lenguaje, que luego pasaron a idiomas. Surgieron antes de la invención de la escritura, que determinó la transición entre el inicio de la historia y el fin de la pre-historia. Se comenzó así a escribir de las costumbres e ideas, las diferentes religiones o formas de reconocer a Dios como el todo poderoso creador del universo; a quien cada sociedad lo concibe de acuerdo sus creencias.

El liderazgo permite la definición y desarrollo del poder que el ser humano utiliza para explotar y esclavizar, a su antojo, a sus semejantes. El conocimiento de hechos y cosas permite el crecimiento de la capacidad comunicativa y el desarrollo de estrategias que el líder aplica para domar a quien por una u otra causa es minusválido en saberes y queahaceres, en materia científica, tecnológica, socio-política, económica y cultural; las habilidades innatas en fortaleza anatómica, e intelectual, son aspectos que potencian la capacidad del conductor porque le permite controlar con facilidad a las masas; durante toda la historia el ser humano ha hecho uso de esta condición para imponer su capacidad de ejercer el poder; los caciques, los emperadores, los reyes, los presidentes de repúblicas, los comandantes o jefes militares, los dirigentes y lideres políticos; todos han utilizado de una u otra forma su fortaleza para someter, a veces a su antojo, a una población que los admira, los idolatra, los santifica, bien sea por temor o porque lo consideran un justiciero, un salvador, que les garantiza a su modo de comprender, la seguridad que ellos no han logrado por razón de sus limitaciones.

Si bien es cierto que se trata de un análisis bastante simple de la realidad histórica, no menos cierto es que todo el mundo sabe que así es cómo nos joden o jodemos; es esta la diatriva que se debate en la actualidad a nivel económico, político, tecnológico, científico, social, religiosa y culturalmente, y que determina el devenir de los seres humanos; tanto la ideología socialista utópica, ortodoxa o democrática del mundo oriental y occidental, además de la social cristiana y la social demócrata, o del liberalismo primitivo liderizado por Jesús de Nazaret, pasando por las ideas socialistas de Saint Simon, Owen, Hegel, Engel, Marx, Lenin, Stalin, Rosa Luxenburgo, Mao, Fidel, el Ché Guevara, Chávez y otros, que a pesar de sus virtudes, errores, triunfos y fracasos, dentro del campo humanista dieron, han dado, dan y darán su vida en la lucha por las conquistas orientadas al adecuado desarrollo de una sociedad justa y equitativa; como la ideología monárquica, colonialista, imperial y capitalista, cuyo máximo mentor moderno fue Adan Smith y a él lo siguieron otros ilustres mentores plafinicadores de las más exitosas formas de explotación del ser humano productor de bienes y servicios, haciendo lo posible y lo imposible para apropiarse de sus recursos naturales, sus espacios geográficos, mancillar sus culturas e imposibilitar su desarrollo social y económico, utilizando el poderío militar y comunicacional para lograr tal objetivo.

A Ambos extremos de la escala ideológica humana se ubican las pugnas a lo largo de la historia por mantener la conquista del poder económico y político; en el capitalistmo, con la aberrante cooperación de los lacayos sumisos y entreguistas, se han impuesto regímenes mediante la utilización de acciones militares en el desarrollo de actos bélicos tales como: golpes de estado, invasiones, maginicidios, guerras, pasando por la manipulación psicológica a través del poder tecnológico de la comunicación y otros medios de destrucción masiva o selectiva, para mantener la vigencia y fuerza del poder sobre una región.

Por todo lo antes descrito, y menos que eso también, al surgir algún líder cuyo modelo de pensamiento rompe con tales esquemas de dominio, dirigido a la destrucción de su nación de origen, es rápidamente catalogado de terrorista, narcotraficante, dictador corrupto, loco y todos los epítetos o apelativos habidos o por haber; la oligarquía capitalista, imperial o no, se ha caracterizado a lo largo de la historia por ser esclavistas, racista, xenófoba, fascista y cipaya, y como buena parte de los imperialistas son judíos, aplican con fuerza el sionismo antiétnico para pisotear a quienes religiosamente no forman parte de sus prácticas espiritualista, es por ello que atacan con tanta ferocidad a sus vecinos musulmanes y a otras etnias que les critican sus pretensiones expansionistas.

En Venezuela, históricamente, los nativos se han caracterizado por ser paladines de la libertad, defensores de la soberanía y amantes de la democracia, han sido en buena medida, forma y estilo, eternos revolucionarios, pero no invasores de espacios vecinos y soberanías de otras naciones, han venido luchando contra el capitalismo colonialista imperial desde la época colonial española, a través de las luchas indigenistas, la guerra de independencia liderada por el Libertador Simón Bolívar, el Generalísimo Francisco de Miranda, José Antonio Sucre y otros no menos notables precursores de la gesta independentista.

La dialéctica histórica política latinoamericana, y particularmente la venezolana no ha sido lo suficiente mente explicada al pueblo llano, y por ello no comprende la importancia de evitar con su inteligencia y su fuerza, la necesaria decisión de impedir el retorno al poder gubernamental de la República a quienes siempre han compartido con el imperio norteamericano y europeo, la expoliación de recursos naturales, entre ellos, el petróleo, del cual somos dueños y ocupamos el primer lugar mundial en reservas probadas, y grandes reservas de gas natural, además de contar con otros recursos energéticos y naturales de vital importancia, como el coltán y otros muy importantes también.

Así es la situación que hoy se vive en Venezuela. Está bajo el acoso permanente de quienes ejercen una guerra de cuarta generación. Igualmente la están viviendo el resto de los países de América Latina, Centro América y el Caribe, que han decidido luchar por un desarrollo endógeno y autosustentable; como lo es el caso Hoduras; de tal forma que el proceso dialéctico que ha mantenido comunicacionalmente la lucha por imponer distintos enfoques políticos de gobernabilidad en Latinoamérica continuará porque el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, continuará imponiendo políticas de opresión y de expansión que establece el sistema de dominio de las empresas transnacionales de un imperio capitalista, para sobrevivir a su propio desgaste, ello hoy lo demuestra la instalación de las siete bases militares estadounidense en Colombia, la repotenciación del Comando Sur y la IV flota, plan perfilado a fomentar guerras de invasión a mediano y largo plazo, y que son una Espada de Damocles para la sustentabilidad del desarrollo. Desde 1998 a la presente fecha, se ha venido desarrollando un proceso revolucionario socialista que pugna por mantener una real independencia política y económica que permita el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa; por ello quienes son amantes incondicionales de la ideología imperial capitalista, hacen lo posible y lo imposible por derrocar al régimen gubernamental anti imperialista que lidera asertivamente el Comandate Hugo Rafael Chávez Frías, quién habilidosamente con sus actuaciones y acto de oratoria, no muy ortodoxas ni agradables para la burguesía y sus lacayos, los ha mantenido a raya a pesar de haber cometido algunos errores: al mantener en su entorno de poder gubernamental a un fuerte grupo de personas oportunista que ideológica mente no están ganados para garantizar la permanencia del proceso revolucionario, y al contrario lo que hacen es fortalecer sus particularidades.

Cuidémomos de ser como estas persona, son seres irracionales cuyas aberraciones rayan en la mediocridad.

La mediocridad es la pandemia de nuestros días. Las personas que la portan están en todos lados, en las empresas, en las instituciones y, sobre todo en las Misiones Bolivarianas, en la política de acción directa.

Estas personas llevan su nariz pegada al suelo y son incapaces de elevar la mirada. Están convencidas de que son mejores que el resto y se pasan la mayor parte del tiempo rodeándose de personas aún menos capaces que se convierten en sus vasallos. Unos y otros buscan la manera de arrinconar y ningunear a cualquiera que pueda hacerles sombra.

Los mandones son como una masa silenciosa que se mueve aunque no haga ruido, porque esa no es su estrategia. No llegan a pensar tanto, Dios no le da cacho a burro, dice el pueblo religioso. Pero eso sí: se camuflan tras su mediocridad, su actitud burda, su ignorancia y su mala educación, y desde esas trincheras comunes atacan. Algunos pueden llegar a parecer listos a veces, pero se les desenmascara fácilmente.

Tales personas son ambiciosas y soberbias y creen que son capaces de conseguir lo que se propongan porque piensan que si han llegado tan arriba sin especiales conocimientos, ni esfuerzo, podrán seguir subiendo uniendo para ello en la proporción precisa la adulación y la traición. Atacan con alevosía, tozudez, ignorancia y estupidez, pero no con inteligencia. Eso sería demasiado para ellas.

Dijo el Che: “La calidad no está reñida con la revolución”. "El conocimiento nos hace responsables."

La Revolución Bolivariana es un acto de justicia y como tal se tiene que entender, no es una fábrica de líderes, es una Misión Justiciera y todo el que interviene no lo puede hacer para catapultarse a la cima del poder sino al contrario: para hacer bien sin mirar a quién.

Hern

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